miércoles, 4 de noviembre de 2015

IX

No temas a que el diablo venga a por mí.
Te he querido en cuerpo y alma por lo que no podrá alejarme.

Quizás es pronto, quizás es perfecto pero no conozco a nadie que avance mirando hacia atrás...
Detente y párate a mirar a tu izquierda y derecha para ver a quien ves, quien está  y quien te gustaría que estuviera.
Y una vez seguro decide el ritmo de tu marcha.

Seguiré aquí, tejiendo historias imaginarias, historias para pequeños soñadores. La esencia es la fragancia de pocos que saben apreciarla.
Recuerda la mía en aquellos instantes que la desees, sabes que está debajo de la almohada, debajo de cada hilo trenzado, debajo de cada caída de ojos y debajo de cada sonrisa.

Dejaré que todo siga su curso, aunque en contra esté de las tormentas que se acercan por el norte. Me quedaré esperando a que vuelva la primavera y con ella mis sonrisas vuelvan a florecer. Otoño ayuda a aquellos que quieren desaparecer.

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