domingo, 28 de junio de 2015
Recuerda quien eres, si cambias por circunstancias duras, acuérdate quien eres y quien quieres volver a ser, no dejes que los momentos duros de tu vida se adueñen de ti, tu eres el dueño de tu vida, si alguna vez pierdes el norte, párate relájate, respira pues nada esta perdido, el pasado duele, pero tienes dos opciones, aferrarte a el o aprender de el por muy duro que sea, no te agobies por el futuro, pues es incierto, pero no lo pierdas de vista,vive el presente... pues nos pertenece.
sábado, 27 de junio de 2015
Aquelarre
Vas a pensar que el dolor nunca se acabará,
pero lo hará.
Pero primero tienes que sentirlo
no puedes luchar contra ello
es más grande que tú
Tienes que dejar ahogarte en ello,
pero al final empezarás a nadar.
Y cada aliento por el que luches,
te hará más fuerte.
Te prometo que lo conseguirás
jueves, 25 de junio de 2015
Cabeza, corazón y tripa
“Ni contigo ni sin ti tienen mis penas remedio.Contigo porque me matas, y sin ti porque me muero”.Antonio Machado.
Existen tres formas de querer: con la cabeza, con el corazón y con la tripa. En la cabeza, querer se llama preferir; en el corazón, amar; y en la tripa, desear. O quieres con las tres, o estás destinado al caos.
El amor es un juego de equipo. De equipo con la otra persona y de equipo contigo mismo. O mejor, es un juego de equilibrio(s). Aunque parezca mentira, uno puede querer tener algo a largo plazo con una persona, enamorarse de otra y querer acostarse con otra. Piensa en una mudanza en la que cada uno da una orden diferente de cómo colocar o montar el mueble. ¿A quién obedeces? El desastre y la discusión están asegurados. Una apuesta de éxito necesita unanimidad. Solo cuando cabeza, corazón y tripa se alinean, la persona elegida es deseada y el amor disfrutado. Ni basta con desear, ni es suficiente con preferir, ni vale con amar.
Cabeza, corazón y tripa son tres fuerzas que deben tirar juntas. Tres cuerdas que tan fácilmente se hacen un lío como hilan una hermosa trenza. Es la alineación la que nos mantiene de pie.
¿Te ha pasado alguna vez que Te ha pasado. Una persona te atrae tantísimo que, cada vez que la tienes cerca, Troya es a su lado una hoguera y las obras de Shakespeare, bien parecen literatura infantil. Te arde la tripa y te tiembla el cuerpo, pero la cabeza te dice que no es lo que buscas. O, al revés. Es una personadiez, ideal, cariñosa, valiente, atenta, buena, divertida… pero no te enciende. La cabeza diciendo sí, y tu tripa diciendo no.
Enamorarse es tripa; amar es corazón. Es importante no confundirlo, pues para amar hay que amarse, y enamorarse de una persona destructiva es lo contrario de amarse a uno mismo. La gran mayoría de dilemas y sufrimientos amorosos deriva de no enamorarse de lo que amas. Uno puede prendarse hasta del diablo, porque te enamoras de lo que te atrae, no de lo que mereces o de quien se lo merece. La tripa no entiende de justicia. Hay auténticos idiotas con bellísimas personas coladitas por ellos. ¿Alguien puede entenderlo? Es el ejemplo más evidente del poder que la tripa ejerce sobre la cabeza. Hace falta mucha madurez para no sucumbir.
“No estés con una persona porque sin ella mueres, sino porque con ella vives”.
Uno no elige de quién se enamora, pero sí elige a quién se expone. Dicho de otra forma: si no te rodeas de capullos, no te enamoras de capullos[1]. Si no les concedes tres cafés (cuando aún puedes), no desearás el cuarto. Igualmente, si ya te has enamorado, tú eliges si te dejas llevar o te impones. Para eso sirve la cabeza, para elegir, para recordarte que te enamores de lo que amas. ¿Cuál era tu ideal antes de conoceros? ¿Qué esperas de un compañero de viaje? ¿Qué querías? ¿Es esto? Enamórate de lo que amas y lo que solo te atraiga, fóllatelo (o lo que quieras, pero no confundas). Tener claro lo que queremos es el mejor filtro para evitar impostores. Lo que quieres o nada. Merécete y no te conformes.
Si pierdes el control, te pierdes a ti mismo; pero si te aferras demasiado al control, pierdes el disfrute.Equilibrio. La cabeza no puede ser nunca un freno, sino guía que nos diga cuándo controlar la pasión y cuándo liberarla; cuándo sacarla a bailar y cuándo dejarse llevar. El amor es un regalo demasiado grande como para no disfrutarlo. No estés con una persona porque sin ella mueres, sino porque con ella vives, entendiendo siempre que en el amor no todo son alegrías, que hay subidas y bajadas y que lo contrario a una vida amada es una vida plana.
Y el corazón, ¿qué dice de todo esto? Al corazón muchas veces no le da tiempo a opinar. Es ese jugador de banquillo que, aún caliente, no le da tiempo a saltar. El corazón necesita minutos. El corazón es apego, vínculo, hábito, conexión, y requiere un tiempo que muchas veces no se le da.
“No son buenos tiempos para el corazón”, se dice. Y no se dice por decir. Estamos en una época que bien podría titularse Te deseo mucho, te consigo rápido y te dejo de querer pronto. El corazón no entiende por qué es al último que preguntamos, o por qué si se traza un eje imaginario en nuestro cuerpo, él queda a un lado cuando la tripa y la cabeza quedan centrados; no entiende por qué no recordamos que la palabracordura nació de él (cor- es corazón en latín), o que en inglés saber algo de memoria es sabido by heart¿Es siempre más cuerdo el que más piensa? ¿Al lado de la razón no está la co-razón?
“Tener claro lo que queremos es el mejor filtro para evitar impostores. Lo que quieres o nada”.
El corazón es tan necesario como la cabeza, pues el único antídoto contra el miedo es el amor, y tanto amor como miedo coinciden en algo: no atienden a razones. Cualquier argumento racional, ni mitiga el miedo, ni espanta al amor. Por muchas veces que te digan que el avión es el medio más seguro, no se pierde el miedo a volar. Hay que aprender a vivir con el miedo de la misma forma que hay que aprender a vivir amando. Es el corazón quien te permite seguir a pesar del susto. No hay vuelo largo (que merezca la pena) sin turbulencias.
Una última vez: cabeza, corazón y tripa, por muchas diferencias que presenten y por muchas discusiones, deben darse unidos para resolver los indicios que apuntan a que el amor es casi siempre paradoja. Es ese “hielo abrasador” o ese “fuego helado” que decía Quevedo, o ese “ni contigo, ni sin ti” de Sabina o de Machado. Es necesario que recordemos que en el amor, como en todo, no puede haber siervos: ni la razón de la pasión, ni el corazón de la cordura. Todos son necesarios: la cabeza para sugerir paciencia cuando la tripa diga “quiero, quiero y quiero”; el corazón para decirle a la razón “tranquila” cuando con las dudas le invada el miedo; y la tripa para encenderle una vela al corazón cuando se crea apagado.
De: http://www.eluniversodelosencillo.com/cabeza-corazon-y-tripa/
miércoles, 24 de junio de 2015
sábado, 6 de junio de 2015
Cuentos de hadas
Antes de que pongas los ojos en blanco que quizás ya lo has hecho
al suponer que era yo, decirte que no puedo dejar de decir esto, si no me
expreso muero, y no me vale expresarme con cualquier persona, creo firmemente
que eres quien más merece escuchar mi interior, espero no ser una carga:
¿Has querido alguna vez a alguien hasta llegar a sentir que
ya no existes? ¿Hasta el punto en el que ya no te importa lo que pase? ¿Hasta
el punto en el que estar con él/la ya es suficiente, cuando te mira y tu
corazón se detiene por un instante? ¿Que cuando te toca o sonríe se para
el mundo y solo lo ves a el/la?
Referente a las mentiras ya sabes que he sido una gran estúpida,
no pretendo hacerte lastima créeme, me siento como una gran basura. No mereces
este trato por lo que quería devolverte aquello que te mereces, quizás no he
sido muy ágil al cómo hacerlo pero sabes que no se hacer las cosas de todo
bien, siempre la cago vaya donde vaya. Pero mis intenciones son buenas, me
conoces.
Y sabes que vaya donde vaya no me sentiré a gusto y te tendré
siempre en mente, incluso me parecerá verte en sitios que se que nunca irías.
No podre disfrutar porque no, no estoy con ganas de pasarlo bien.
Que me arrepiento muchísimo y ojala todo hubiera sido
diferente, ojala. Como tu dijiste: si no te hubiera mentido, si no te hubiera
mentido..
Pensé que no encontraría a nadie a la altura de ciertas
personas pero no se que has echo que me has calado más que a dentro. Todos tenemos
imperfecciones pero incluso con ellas eres perfecto para mí. Eres con la
persona que más he compartido créeme ni mis amistades mas estrechas había
tenido tanto vínculo ni tanto para compartir, eres mágico. Quizás por eso me
cuesta dando dejarte ir...
Gracias por cada momento vivido. Gracias por Rupid, por
Comarruga, por los paseos descubriendo nuevos barrios y los del parque
Catalunya, gracias por ese dia en el Torrent dels Colobrers, allí sentí que eras
distinto que no podia dejarte escapar, gracias por Lloret y gracias por los
paseos en bici, gracias por enseñarme a bailar aunque sea una negada para
seguir pasos.
Gracias por la paciencia que has tenido intentándome ayudar
siempre que has podido en todo lo que has dado abasto. No soy una persona fácil
ya que yo misma me pongo las barreras pero por eso mis sentimientos no son
pocos..
Te quiero muchísimo te lo juro, y te digo que si puede ser
temporal todo esto, pero que me hubiera gustado profundizar más en lo nuestro,
que me siento súper culpable de haberla fastidiado, de haber estropeado mi
cuento de hadas. Y aunque el corazón me sangre ahora y a la larga se cure
siempre tendré tu marca.
Habrá sido poco tiempo, muy poco la verdad, pero han estado
repletos de sentimientos y experiencias, y la verdad es que me ha encantado
compartirlo contigo, y una vez mas gracias por todo lo que me has enseñado.
No habré sido la mejor novia que uno pueda imaginar, lo sé.
Siento mucho que esto haya acabado así y por eso mismo
necesitaba escribirte esta carta. Necesitaba decirte el ultimo adiós aunque no
fuera de la forma que mas me gustaría. Decirte que allí estaré siempre y que
cuando te veas capaz de hablarme sin que mis palabras te hagan daño allí
estaré.
Lo siento por haberte tenido que escribir una carta de
despedida, se que no te gustan las cartas con estos significados pero espero
que lo comprendas.
Siempre tuya. Te quiero y te querré.
Cuando ya no tenga mas
palabras que decirte, espero que sepas interpretar mi silencio.
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